¿Que es el dolor?
Hay de tantos tipos…
El dolor físico provocado por una dolencia que se ve a simple vista o que recorre tu interior.
El dolor psicológico que se adentra en lo más hondo de tu ser. Que te ahoga, te anula e incluso no te deja ver el día a día con claridad.
Hay tantos y tantos tipos de dolor…
Ese dolor que te desgarra y hace que tu cuerpo se doble en dos, para gritar y/o llorar. Y las lágrimas, esas viejas conocidas que resbalan libremente por tus mejillas, sin control, sin un aviso de cuando empiezan a descender o de cuando se van a detener.
Yo he padecido a mi corta edad diferentes tipos de dolor. Y no, no hablo de un simple dolor de cabeza. Y eso que padecí de migrañas en un tiempo de mi vida, que por suerte, determinaron la causa y conseguí detenerlas. Hablo del dolor de la pérdida. Y no de la pérdida de romper una relación, que quién me conoce sabe que de esas han habido unas cuantas… Hablo de la pérdida emocional, de la conexión con una persona a la que jamás volverás a abrazar. Ese quebradero de cabeza de porque pasó que te acompaña continuamente, esa mirada perdida en la que te preguntas a ti misma que consejo obtendrías si pudieras formularle cualquier pregunta. La inquietante sensación de cerrar tus ojos por un momento y poder sentir sus brazos rodeando tus hombros. Aspirar ese olor tan carácteristico al pasar un desconocido. Y eso que me han quitado muelas, varices, me han operado de los ojos y hasta he dado a luz… Cuantos y cuántos tipos de dolor llegan a ver en tu interior…
¿Y el tiempo? Ese gran sabio que pone cada cosa en su lugar y te hace ordenar tu vida seleccionando cada momento vivido y/o persona para meterla en el rincón que le corresponde de tu cabeza. Algunos estarán tomando posesión en la primera fila y otros quedarán relegados a una caja con una buena tapa llevada completamente al interior.
Y como he dicho siempre en estos años el tiempo ha sido y es un buen aliado, que siempre ha sabido darme el espacio necesario para cerrar heridas y aunque hay dolores que me van acompañar siempre, he aprendido a sobrellevarlos cogidos de la mano.
Así que haceros un favor, y cuando cualquier dolor supere vuestras fuerzas, deteneros y respirar profundamente. Daros energía para seguir adelante porque lo que hoy puede ser de un negro azabache, mañana se tornará grisáceo y poco a poco os digo yo que trae consigo un cielo azulado…
Estamos pasando un año difícil, muchas personas tienen una preocupación, una enfermedad y un dolor que creen insoportable, pero tomar conciencia de que el tiempo cicatriza hasta la herida más profunda y sobretodo no mantengáis a personas cerca que resten vuestra sonrisa, porque a pesar de que este año hemos tenido que aprender a sonreír con la mirada, es involuntario dentro de esa tela curvar los labios…
Por último, es igual de valioso saber pedir ayuda que ayudar al prójimo 😘










No Comments